La tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) se basa en un microchip electrónico con una antena serigrafiada sobre una lámina de plástico (inlay), que permite almacenar información que venga de fábrica grabada con un código unívoco de acuerdo con los estándares sectoriales o que se grabe posteriormente, y que se fija por medio de una etiqueta (etiqueta electrónica o de RFID) o bien de un encapsulado plástico (llamado transponder o tag RFID) o bien insertado en una tarjeta de plástico para ser usada como medio de identificación (tarjeta de RFID). A través de un lector se consigue estimular el chip para capturar los datos sin tener que entrar en contacto físico con él. La cobertura y alcance es configurable para una captura eficaz y transparente para los usuarios. En esta dinámica, esta tecnología está en desarrollo permanente de la mano de los líderes del sector como Imping, Katrein, Nordik ID, Zebra, Avery Dennison, Smart Track, que ofrecen continuamente novedades que amplian día a día las oportunidades técnicas para abordar proyectos muy interesantes.
La automatización de los procesos de identificación y trazabilidad se fueron consolidando a partir de los años 80 con la normalización del código de barras para la identificación de productos y las bandas magnéticas (para tarjetas de plástico de identificación de personas y posteriormente para el sector del ticketing).
Lo habitual desde entonces fue que los productos estuvieran identificados con códigos de barra mediante etiquetas o impresión sobre el embalaje, y las personas mediante tarjetas de plástico con banda magnética, y posteriormente con los chips de contacto.
Su uso se extendió al sector logístico y del transporte (paquetería, contenedores, etc), en la industria (control de proceso), la identificación de vehículos, sistemas de pago (tags de pago, tarjetas bancarias, tarjetas de fidelización, control de presencia y de paso de personas etc.) .
Las ventajas de la RFID sobre los sistemas de contacto o de código de barras, son:
Clasificación por el tipo de alimentación:
Las frecuencias de trabajo dan prestaciones diversas según las circunstancias:
LF (Low Frequency) Frecuencia habitual de 125 MHz o de 132 KHz. Lectura lenta, muy sólida ante las interferencias, de alcance limitado a 10 cm, muy usada para sistema de control de paso o accesos y en el sector ganadero con los estándares ISO 14223, y ISO/IEC 18000-2
HF (High Frequency): Frecuencia habitual de 13,56 MHz. Captura intermedia, sólida, de alcance entre 10 cm y 1 m, típicamente utilizada para pagos, transferencia de datos y ticketing (pequeñas distancias). Se disponen de estándares para aplicaciones diversas a saber:
UHF (Ultra High Frequency) Frecuencia alrededor de los 900 MHz. Es la más común y que más se está desarrollando. Responde al estándar universal EPC global Gen2 (ISO 1800-63). Captura de datos muy ágil, alcance de hasta 10-12 metros, fabricación relativamente fácil y económica, con un precio de referencia de alrededor de 0,10 €-0,15 €/u, (depende de volúmenes, tipos y acabados).
La tecnología RFID está en fase de fuerte desarrollo por lo que cada día dispone de mayor capacidad para responder a necesidades de mejora de calidad y retornos de inversión interesantes en nuevos proyectos.